Este proyecto que representa 13 menstruaciones fue realizado a lo largo de Abril de 2011 y pertenece a Elizabeth Mía Chorubczyk (effýmia)

Información adicional

Diferencia biológica en el género
Tanto los hombres como las mujeres producen tanto testosterona como estrógenos. La diferencia biológica no reside en la genitalidad misma de la persona sino que en las hormonas que dichos genitales producen. Las personas que cuentan con un aparato reproductor femenino prácticamente no producen testosterona, y a la inversa quienes tienen un aparato reproductor masculino.
Estas hormonas son responsables tanto del desarrollo físico como el apetito sexual y bienestar emocional del individuo, y los cambios se activan principalmente en la pubertad, es por eso que cuando somos bebés o niños nuestros cuerpos no se diferencian más que por cuestiones culturales: vestimenta, nombre, construcción de la identidad y la única diferencia visible que ayuda a elegir esa construcción: los genitales.
El bebé al nacer (hoy en día se puede saber antes de parir) es identificado según sus genitales, en consecuencia se lo llama, se lo viste y se lo educa según su genitalidad, y se lo prepara para su pubertad y el día en cual se haga señorita (menstruación) u hombre (eyaculación).

Disforia de Género
A lo largo de la historia de la humanidad existieron personas que entraban en conflicto con la identidad adjudicada, no sintiéndose cómodos con el nombre, vestimenta o educación elegida por sus padres en cuanto a su identidad de género. La ciencia hoy en día comienza a reconocer esta problemática que antes se asociaba directamente a un problema psicológico (locura o dificultad cognitiva) o a un desvío sexual (homosexualidad). El nombre actual es Disforia de Género, nombre que está en debate, y se habla de una condición biológica, la mente del individuo difiere de sus genitales en cuanto al género del mismo: mente femenino con genitales masculinos, mente masculino con genitales femeninos.
Las personas que viven con esta condición, al no haber suficiente información al respecto, trabajan su identidad según el entorno en el cual se desenvuelven tanto familiar como social y medico.
Hay personas que deciden intervenir en sus cuerpos y otras personas que deciden no hacer nada al respecto.

La intervención
Existen muchas variantes en cuanto a la reafirmación de género. Algunas personas inician el TRH (Tratamiento de reasignación de género) esto es que independientemente de los genitales, mediante los avances de la medicina, adecuar el cuerpo a la producción de hormonas que corresponda al género del individuo. Algunas personas operan sus genitales para dejar de producir las hormonas del sexo opuesto.
Dentro de la comunidad trans hay una gran diversidad respecto a la construcción de género, existe el pensamiento fundamentado en que géneros son sólo dos: hombre y mujer, y que no operarte significa ser algo a medias, como también existe el pensamiento que habla de un tercer género o abolición del primer pensamiento. También entran muchos preconceptos en juego, ¿qué nos hace hombres y mujeres? ¿Las hormonas o la vestimenta? ¿El cuerpo o la mente? ¿Nuestro actuar o nuestro pensar? ¿Podemos transgredir el género desde nuestra construcción? ¿Ser mujer es pintarse las uñas, no puedo ser una mujer con barba o un hombre con flujos vaginales?

El extremo
Mayormente todos necesitamos hacer cosas para reafirmarnos o seguir construyendo nuestra identidad. La identidad de género es una construcción de la que todo individuo forma parte, nadie esta exento. Existen cuestiones culturales, religiosas, sociales, biológicas, psicológicas y personales que intervienen en nuestra construcción individual, y la construcción social sobre lo que es ser hombre, lo que es ser mujer.
El machismo, que no es algo que ejerce sólo el hombre sobre la mujer, sino que es algo que muchas mujeres repiten y que afecta también al hombre, es aquel que crea ciertos mandatos sociales castradores en cuanto a la identidad de género y roles sociales: si sos mujer tenés que ser débil, ténes que lavar, ténes que tener hijos, si sos hombre tenés que ser fuerte, tenés que trabajar, tenés que penetrar.
Entonces si una mujer o un hombre no se comporta en consecuencia a estos mandatos, se lo/a destituye como hombre o como mujer.
En una época, y hoy día sigue el pensamiento, si sos mujer no sos una mujer completa hasta no ser madre. ¿Es verdad? Si sos bien hombre te tienen que gustar las mujeres. ¿Es así?

Lo natural Vs. el artificio
Frente a estos pensamientos tan extremos las elecciones cotidianas y personales se ven afectadas por estereotipos y mandatos. ¿Qué estoy haciendo porque lo necesito y qué lo hago por aprobación? ¿Hasta donde me acepto y hasta donde busco la aceptación? ¿Porqué me visto como me visto? ¿Por qué los hombres no aceptan su naturaleza y se dejan la barba hasta donde llegue? ¿Porqué las mujeres rechazamos nuestra naturaleza y depilamos nuestras axilas si está demostrado por los hombres y mujeres de otras culturas que se puede vivir tranquilamente con el vello crecido? Si hoy día la mayoría de los encuentros sexuales no buscan concebir hijos, ¿por qué nos acostamos con una persona del sexo opuesto, o por qué limitamos nuestra experiencia sexual a una pareja? “Es anti-natural” acusan algunos fanáticos religiosos mientras comen comida calentada en microondas y usan ropa hecha de algodón.
Así como las mujeres no estamos exentas de ejercer el machismo y los homosexuales no están exentos de ejercer la homofobia, hay personas trans que en vez de utilizar su condición para problematizar se desesperan llamando solución a algo que responde a los mandatos culturales. ¿Está bien o está mal? ¿Podemos usar nuestro juicio sin juzgar?

El cuerpo y la identidad, ¿son lo mismo?
Algunas modificamos nuestro cuerpo, otras no. Yo por ejemplo no reeduco mi voz, pero muchas chicas buscan que en su timbre no se note que su cuerpo sufrió los efectos de la testosterona. Algunas se operan el busto (tanto mujeres trans como mujeres que no son trans), algunas hacen dietas, muchas nos depilamos.
¿Qué parte de esto nos hace mujeres y cual es consecuencia de que lo seamos?

¿Cuál es la importancia de que en mi documento figure mi nombre?
La identidad es lo más importante que tenemos y es lo que está en constante conflicto con los otros. Mayormente cuando una persona hace algo explícito respecto a su identidad, la otra persona empieza a querer negar que también hace algo con la propia.
Pero ¿Si yo sé mi nombre, porqué necesito que otro lo sepa y lo respete?

La violencia
Esta necesidad de aprobación por el otro hace que nos expongamos a una situación de vulnerabilidad. En una época los que nacían sordos eran tratados no sólo como sordomudos (creyendo que por no escuchar no tienen capacidad de aprender a hablar) sino que también eran tratados como retardados. Generaciones enteras de sordos fueron estereotipadas como hijos estúpidos, carga de la familia.
Si todo el mundo te trata como idiota o te dice: “sos inútil, sos estúpido, no servís”, raramente el individuo se rebele, y ese sordo terminará estúpido por serle negado la posibilidad de educarse, de trabajar y de tener un trato igualitario.
Con el avance de la ciencia, de la cultura y la estimulación, hoy en día una persona sorda, sí, es diferente a una persona que no lo es, pero esa es su única diferencia: no es menos hombre o menos mujer que otra persona, no es menos capaz o menos inteligente, y tiene derecho a la educación, a la salud y a la igualdad.
Pero siempre va a existir gente que me diga: “nunca serás mujer”, y espero ser una de las últimas generaciones donde todas las personas que nacieron en mi condición sean estigmatizadas y negadas tanto a desarrollar su identidad como a acceder a un trabajo digno, a salud, integración, igualdad y ante todo a lo mismo por lo que lucho como feminista: libertad de elección sobre nuestros cuerpos, acceso a la información, NO a la violencia de género.